1984, los paralelismos de nuestra sociedad con la novela

14.02.2022

‘Guerra es paz, libertad es esclavitud, ignorancia es fuerza’. Este es el lema que se repite una y otra vez en la feroz sátira de George Orwell. 1984 es uno de los referentes de la literatura distópica de la ciencia ficción, al lado de Un mundo feliz, El señor de las moscas o El cuento de la criada. Define a la perfección las claves de un estado totalitario donde la represión, la manipulación y la vigilancia de toda la población están a la orden del día. Esta novela fue un punto de inflexión en la literatura universal con notables referencias políticas e históricas de su tiempo.

Para entender estas referencias cabe destacar que Orwell creció en un contexto puramente bélico con el ascenso del nazismo en Alemania y el auge del comunismo en Rusia. Es evidente que todo lo que le rodeó marcó enormemente su forma de escribir y contar historias. Orwell, defensor acérrimo del socialismo revolucionario, fue miembro de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española.

Si conocéis la historia de Winston Smith seguro que os habréis percatado de que el mundo que trazó Orwell ya no parece tan descabellado. Son cada vez mucho más presentes y frecuentes las similitudes que podemos encontrar entre nuestra realidad y el mundo ficticio de 1984. Aquí os dejamos algunos paralelismos que, desde luego, dan que pensar:

1. Gran Hermano o Hermano Mayor

 No, no es el reality. Pero sí, el reality recibe ese nombre en referencia al Gran Hermano de George Orwell. El Gran Hermano es el líder del partido único que gobierna en Oceanía (lugar donde se desarrolla la novela). Todo lo sabe y todo lo ve. Es la herramienta de control por excelencia.

 Como resulta evidente, el influyente y revolucionario Banksy (link artículo) criticó este polémico asunto de la vigilancia extrema con una de sus obras más grandes en pleno centro de Londres donde denuncia la presencia masiva de cámaras de vigilancia en la capital bajo la frase “Una nación bajo la mirada de CCTV (circuito cerrado de TV)”.

 No solo estamos observados por una infinidad de cámaras de vigilancia que pueden seguir nuestros pasos desde un punto a otro, sino que también existe lo que conocemos como Big Data. Todo lo que buscamos en Internet, ya sea con nuestros móviles, ordenadores o tablets queda registrado. Las famosas Cookies recopilan toda la información para posibles estudios de mercado con finalidad comercial.

“El progreso tecnológico se permite solo cuando sus productos pueden aplicarse de algún modo a disminuir la libertad humana.”

2. Neolengua o nuevalengua

 La neolengua es la herramienta de manipulación política con la que el partido de 1984 logra simplificar el idioma a lo meramente necesario y consigue así censurar de forma tajante a la sociedad. Si reduces el número de palabras puedes controlar el pensamiento de la sociedad. La neolengua no deja de ser una forma de representar el déficit en la calidad educativa con el objetivo de atrofiar las mentes de las personas y rebanarles el juicio crítico y la capacidad de pensamiento.

También podríamos decir que la neolengua es similar al uso persuasivo del lenguaje con determinados fines o al empleo de eufemismos (enlace a artículo eufemismos) para disfrazar las verdades incómodas.

 "El pensamiento corrompe el lenguaje y el lenguaje también puede corromper el pensamiento".

3. Ministerio de la Verdad 

"Todo se desvaneció en la niebla. El pasado se borró, el borrado se olvidó, la mentira se convirtió en verdad".

 Orwell explica como este organismo es el encargado de tergiversar y modificar el pasado, la propia historia, según los intereses del partido. Con esto logran borrar cualquier idea que no sea igual o vaya acorde con el pensamiento o políticas del gobierno. En la actualidad, no existe algo así, pero si pensamos en ello no nos resulta difícil encontrar cierta semejanza con las conocidas fake news. Vivimos conectados a un flujo constante de información, donde el problema es saber filtrar qué es real y fiable y qué no. En nuestra sociedad la desinformación puede amuermar nuestro pensamiento crítico, de ahí la importancia de saber contrarrestar todo lo que leemos y no fiarnos ciegamente de cualquier cosa que veamos en las redes sociales.

"Cada registro ha sido destruido o falsificado, cada libro ha sido reescrito, cada cuadro ha sido pintado de nuevo, cada estatua y calle y edificio ha sido renombrado, cada fecha ha sido alterada. Y ese proceso continúa día a día y minuto a minuto. La historia se ha detenido. No existe nada más que un presente interminable en el que el Partido siempre tiene razón".

4. Digitalización

 En la sociedad orwelliana la tecnología es vital. Sin ella, el partido totalitario Ingsoc no sería capaz de controlar a la sociedad. Que alguien me diga si hoy en día nuestra sociedad no es prácticamente dependiente de la tecnología. Reservar las vacaciones, hacer la compra, hablar con nuestros amigos o familiares… Absolutamente todo lo hacemos o podemos hacerlo gracias a la tecnología. ¡Incluso llevamos un rastreador en el bolsillo de forma voluntaria!

 "Constituían un terrible peligro pensar mientras se estaba en un sitio público o al alcance de la telepantalla".

 5. Hablescribe

 Ya sabemos que Orwell era un visionario, pero con la transcripción automática del habla se coronó y es que tiene mérito que, en 1949, el año de publicación de la novela, se le ocurriera este sistema. Orwell imaginó a los asistentes virtuales como Alexa, Siri y Cortana muchos años antes de la existencia de Internet. Estamos rodeados las 24 horas del día de dispositivos inteligentes capaces de grabarnos, escucharnos y responder a nuestras peticiones. Y, ¿nada más?

“Cada año habrá menos palabras, así el radio de acción de la conciencia será cada vez más pequeño”.

 6. Policía del Pensamiento

 Inspirada claramente en la antigua KGB, la Policía del Pensamiento conoce todo lo que la sociedad opina haciendo uso de las telepantallas y los micrófonos. No suena algo tan alejado si pensamos en la polémica que destapó Edward Snowden, exempleado de la NSA y la CIA, cuando filtró los documentos que demostraban que los servicios de inteligencia de Estados Unidos vigilaban a la población mundial.

 "En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario".

7. Los dos minutos de odio

El Partido Ingsoc obliga a sus ciudadanos a “liberar la tensión” en los dos minutos de odio. Esos dos minutos consistían en una forma de manipular directamente a la sociedad, infligiéndoles miedo sobre alguien para que luego dejarse llevar en un frenesí de insultos y rabia hacia esa persona. Los dos minutos de odio tiene una clara relación y similitud con el comportamiento de muchas personas en las redes sociales, donde se sienten impunes y libres de soltar las burradas que quieran. Hoy en día esa furia colectiva se ha visto en numerosas ocasiones en redes sociales. Que alguien me diga si Twitter no ha sido tan incendiario como esos 2 minutos de odio…

“Lo horrible de los Dos Minutos de Odio no era el que cada uno tuviera que desempeñar allí un papel sino, al contrario, que era absolutamente imposible evitar la participación porque era uno arrastrado irremisiblemente”.

"Las vio gritar y le produjo asco, ¿Por qué no protestarían así por cada cosa de verdadera importancia?"

Os invito a releer la novela e intentar medir hasta qué punto se parece nuestra sociedad a la sociedad orwelliana descrita para comprobar si realmente Orwell fue no solo un brillante escritor si no también un visionario capaz de predecir el futuro. Porque la tecnología que nos rodea no es mala, el peligro radica en el uso que se le da.


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